La Cendra (Burgohondo)
Junio 2018
Viajamos a Burgohondo. Angel tiene ganas de montar por donde suele salir a pasear en sus tardes de verano y me ha montado una ruta por los inicios de Gredos. De camino no dejamos de asombrarnos por el nivel alcanzado por el embalse del Burguillo; está a rebosar literalmente., a uno le alegra el alma tanta abundancia.
La ruta comienza en una fantástica área recreativa a orillas del Alberche, en la zona de Puente Nueva. Dan ganas de quedarse: no hay nadie; hay césped, y el sol tibio y el rumor del agua invitan al remoloneo. Pero no hemos venido a vaguear al sol, así que nos ponemos en marcha. Atravesamos
Burgohondo y nos encaminamos al barrio de la Cendra. Durante la subida iremos atravesando o
divisando otros barrios, que según he leído en la propia página del Ayto de Burgohondo, se crean de la necesidad de los propietarios de estar cerca de sus explotaciones. Serían entonces una o varias construcciones destinadas a facilitar el trabajo durante las épocas que requiriera estar mas a menudo en el campo. Hay algunas rampas durillas, y en especial la que arranca nada mas atravesar la Cendra. La Cendra todavía esta en uso y así nos lo recuerdan dos perracos que saludan nuestra llegada al lugar. Menos mal que solo les interesa avisarnos que aquello es suyo y no se mueven al comprobar que no hacemos ademan de invadir su territorio.
Una vez superamos la infernal rampa de La Cendra, solo queda bajar y es una delicia ir parando a contemplar lo que nos rodea. La altura que hemos alcanzado es un fantástico mirador pero poco a poco vamos perdiendo altura y en poco tiempo descendemos todo lo que nos ha costado tanto esfuerzo subir. Encontramos una pequeña acequia elevada que nos invita a aliviar el calor que empieza a ser protagonista, pequeños placeres que sabemos aprovechar.
Poco más. Nos bañaremos en las gélidas aguas del Alberche como fiesta final de ruta y daremos cuenta de un buen menú en el restaurante que está al lado. Volveremos.
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