La Barranca
Track
No recuerdo cuanto tiempo hace que no subo al monte con la gorda y la perspectiva me trae recuerdos.... con Rutas Tranquilas, después con Ilegales, en los inicios de empezar a salir con Alucheros del Pedal e incluso alguna vez solo. Aun así, la nostalgia no aparta la pereza y es algo contra lo que lucho el dia antes. El plan lo había imaginado hacía 2 o 3 dias pero lo había ido aplazando y no es hasta el dia antes, en medio de una comida con mis compis de trabajo, cuando me obligo a mandarle un mensaje a Jose. Se que después me alegraré de la decisión de salir. Tengo experiencia y siempre pasa. Jose me da 'largas' tiene algún plan revoloteando por ahí, pero finalmente me da el visto bueno. Busco deprisa y corriendo algo que no este muy lejos y en wikiloc me centro en Navacerrada. Encuentro una no muy larga con buena pinta, aunque la curva que describe el perfil me mosquea.

No llegamos pronto. Antes, a las 9 ya estaba pedaleando con quien fuera menester. Ahora la falta de rutina y los madrugones laborales me hacen quedar tarde.
Empezamos la ruta desde el mismo pueblo de Navacerrada y después de unos cuantos titubeos con el gps enfilamos el track, como es de recibo, to pa`arriba. No hay forma de empezar una ruta de montaña cuesta abajo. Y eso que al principio lo intentamos, hasta que nos damos cuenta que el track es al reves😆.


Una vez atravesamos la carretera, comienza uno de los senderos mas chulos que he transitado por la sierra. Lo disfruto muchisimo, y poco a poco voy ganando confianza con la bici y alcanzando el flow.
Llegamos al embalse de Navalmedio y ya, entre flechas amarillas del camino de Santiago, solo nos queda coger algún sendero y pistear hasta la Barranca de nuevo. Algunos repechos de esta parte final (cortos) nos hacen renunciar al último bucle de la ruta. Estamos algo cansados y son cerca de las 3 de la tarde por lo que dedimos bajar al pueblo a tomarnos unas cerves y comer. Es una excelente decisión, ya que de otra manera lo mismo nos encontramos los bares en recogida. En una terraza del pueblo echamos casi dos horas de charla, cervecita (no mucha que hay que volver) y unas raciones que no recordaremos especialmente.
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